27 de abril de 2011

22 de abril de 2011

Habas compartidas




Mi vecina y yo compartimos la verja y las cosechas.  Yo hago semilleros de hortalizas y le doy plantitas para que transplante.  Ella me da plátanos, yautías, aguacates y además se le dan muy bien las matas de habas.



Las últimas que sembró son rosadas y han llegado hasta mi lado.  Se ven preciosas cuando se maduran en la vaina.

Hay que tener paciencia y practicar para saber cuando están listas, porque de otro modo al abrirlas aún no han cambiado de color y están verdes o blancas.

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12 de abril de 2011

Lo que pasó con las berenjenas

Una vez me dí cuenta que los caculos se estaban comiendo las hojas de la mata de berenjenas, puse en acción mi plan.  Todas las noches, una media hora luego del atardecer, fuí a recoger con mis manos los caculos y luego echarlos en el parque que está al otro lado de mi patio.  Cada noche eran menos los que llegaban a la mata.



Asi las cosas, logré cosechar las primeras berenjenas.  Tal hazaña merecía una receta especial.  Usualmente las preparo guisadas con bacalao, pero en esta ocasión las preparé asadas y luego las majé con ajo, hierbabuena, sal, aceite de oliva y limón.  Riquísimo.

9 de abril de 2011

Un poco tímida

 De doce semillitas, soy la única que sobrevivió y estoy rodeada de plantas que no se parecen a mi.

Girasol (Helianthus annuus)

6 de abril de 2011

Sólo en el pueblo de Jayuya, había visto una mata de fresas



Las plantas crecían silvestres a la orilla del camino y favorecidas por el clima fresco de ese pueblo.  Siempre pensé que en el calor de la ciudad no se darían, hasta que supe que mi prima cosechó fresas (fragaria) en pleno verano en Las Vegas, Nevada.





Así que hace unos meses, cuando ví unas matitas con fresas en la tienda, las compré a ver que pasaba.  Las sembré en unos tientos colgantes y las puse en un  lugar fresco donde les diera el sol por la mañana y sombra en la tarde.  











Aquí están, pocas y pequeñas, pero en  mi patio.


2 de abril de 2011

La invasión de los caculos


El año pasado nos dimos cuenta que unos cuantos caculos (Phyllophaga portoricensis) eran los que se estaban comiendo las hojas de la mata de guineo.  En esa ocasión decidimos esperar a que terminara la temporada y afortunadamente la mata se recuperó y dió un racimo.  

Pero este año se pasaron.  La otra noche, mientras apagamos las luces por el Planeta Tierra, fuimos al patio a ver qué es lo que se está comiendo las hojas de la mata de berenjenas (Solarum melongena) que ya tienes frutos.  

De camino nos encontramos un sapo esperando que nos fuéramos para darse un chapusón en el cacharro de agua de la coneja.



Cuando lleguamos vimos varios caculos comiendose las hojas.  Los saqué todos y no los liquidamos porque nos dió pena.  



Entonces, fuimos hasta la mata de guineos y no podíamos creer lo que vimos.  Había decenas de caculos devorandose las hojas.  Eran tantos que se podía oir el sonido al masticar las hojas.


invasión de los caculos from enid on Vimeo.


Definitivamente hay que hacer algo.  Espero que los guineos se recuperen al igual que el año pasado, pero las berenjenas... si no hago algo pronto, quizás ni las pruebe.  

De mañana en adelante le voy a dar la vuelta todas las noches para quitarle los caculos que tenga en  las hojas y quizás hasta le ponga una malla para ver si minimizo el ataque.  De regreso a la terraza vimos otra vez al sapo.  Ya se había metido en su jacussi privado.